Masaje de vientre, Bok Bu.

Bok bu en coreano significa "masaje de vientre" y es una terapia tradicional, pero en Occidente no se ha conocido hasta a En Occidente se tiende a masajear más otras partes del cuerpo, cuando el vientre es el eje del organismo, el lugar donde se dan las principales funciones vitales y se somatizan las emociones vividas desde la infancia".

 El bok bu trata el vientre como punto de partida, aunque no desestima la espalda, la cabeza u otras partes del cuerpo. Todo es importante, pero en el vientre reside la energía vital. El tan tien o hara, un punto situado por debajo del ombligo, "une la energía del cielo y la tierra, el yin y el yang. Si se estanca o se bloquea con dolor de estómago, problemas de hígado… se bloquea la energía de todo el cuerpo.

 Es un barómetro de nuestra salud", afirma Kuy Moon. "Se conecta con el paciente, nos cuenta sus síntomas y por qué quiere el masaje, se observa su cabello, mirada, gesto, color de piel, uñas, incluso la lengua, y se toman los pulsos chinos para evaluar su vitalidad y ver qué desequilibrios presenta", explica Teresa Drault, especialista en Medicina Tradicional China y bok bu del centro Cielo y Tierra. Si hay síntomas yang, se usan movimientos que bajen la energía concentrada en la cabeza y el pecho deslizando las manos una tras otra desde la boca del estómago hacia el ombligo. 

Luego se deslizan las manos desde el centro hacia el costado derecho (donde se localizan hígado, vesícula biliar, ángulo hepático del colon y riñón derecho) y el costado izquierdo (bazo, cola del páncreas, ángulo esplénico del colon y riñón izquierdo). Y se acaba con unas espirales lentas hacia el ombligo. En casos de exceso de yin, se trabaja más el tan tien, la zona entre el ombligo y el hueso del pubis, en cuyo centro se halla un punto clave, el 4 ren mai, que restablece la energía y eleva el sistema inmunitario.

 En esta zona se insiste para tonificar en caso de agotamiento físico o mental, y para tratar aspectos ginecológicos. Las emociones se reflejan en el cuerpo Todos esos bloqueos emocionales, que pueden liberarse mediante el masaje, se detectan a diferente nivel según su antigüedad. 

Bloqueos recientes: se manifiestan en la cara. Dicen que la cara es el espejo del alma y así parece. El sufrimiento emocional se refleja en ojeras, color apagado de la piel, el ceño fruncido, expresión melancólica, falta de vitalidad…

 Bloqueos de 2 a 3 años atrás: se reflejan en la lengua, en la que aparece una fina capa blanquecina o saburra. El color indica si se trata de un bloqueo energético. Si es una capa blanca el bloqueo es reciente; si es amarilla se remonta a 3-4 años atrás y, si es lila, aún es más antigua y puede esconder una afección grave.

 Bloqueos de unos 7 años: se manifiestan en el plexo solar, la zona blanda situada entre las costillas bajas y la boca del estómago, a la altura de la dorsal 4 o 5. La persona con bloqueos en esa zona puede sentir dolor o que le falta el aire. El terapeuta lo detecta al tomarle el pulso. 

Bloqueos de 8 a más años: se manifiestan en el abdomen. Suelen ser bloqueos que se generaron en la infancia y se almacenan en el estómago. Como en el anterior caso, se detectan a través de los pulsos chinos. Se pueden liberar con masaje bok bu, acupuntura, chikung y cuidando la dieta.










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